Aprovechando las ventajas que nos brinda la tecnología a veces encontramos fallos en el cálculo que realizan los algoritmos y que nos permiten encontrar grietas en el sistema.
Me explico.
Por ejemplo, cuando quieres ir de Madrid a Cancún normalmente en los buscadores de vuelos nos aparecerán alternativas pasando por ejemplo por París (Madrid -> París -> Cancún), es decir con escala, que normalmente reducen el precio del billete. Es debido al aprovechamiento de rutas que de otra manera no serían rentables, el llamado efecto autobús aéreo.
Pongamos por ejemplo que queremos viajar de Madrid a Nueva York, ida y vuelta, y buscando vuelos con nuestro buscador habitual sale uno directo por 1.000€ el más barato, pero ¿y si en lugar de salir desde Madrid ponemos Valencia? Nos muestra ese trayecto, VAL -> MAD -> NY, por 700€. Obviamente podemos trasladarnos en la ida a Valencia para embarcar y a la vuelta quedarnos en Madrid dejando el asiento vacío hasta Valencia. Viajeros avispados han comprado estos billetes para ahorrarse unos cuantos euros. Esto a las compañías aéreas les chirría bastante, tanto es así que están llegando a demandar a clientes que han usado estas prácticas. ¿Y cuándo las compañías juegan con el overbooking? Todo es discutible.
Esta picaresca está bastante extendida en EEUU pero también se ha exportado a otras latitudes.
Vamos con un ejemplo práctico:
Nuestro viaje consiste en ir de Nueva York a San Francisco el 4 de Marzo. Buscando vuelos directos nos aparece este en primer lugar (el más económico):
Mediante esta web Skiplagged (también en versión móvil) podemos realizar la misma búsqueda de antes pero marcando la opción “ciudad oculta” (Hidden-City) en el margen izquierdo, despreocupándonos así de probar otras combinaciones para hacernos llegar a nuestro destino. De esta manera el sistema busca automáticamente otras rutas donde esté incluido nuestro trayecto:
Voilà! Un vuelo por 120€ de Nueva York (JFK) a Los Angeles (LAX) que pasa por San Francisco (SFO) donde nos apearíamos descaradamente.
Como os podéis imaginar estas artimañas tienen sus desventajas:
– No es posible facturar: El equipaje llegaría al final del trayecto.
– Solo se puede usar en trayectos de ida o en el final de un ida/vuelta, puesto que normalmente las aerolíneas cancelan todo el billete cuando el viajero no aparece en el embarque de un vuelo.
– Puedes aparecer en una lista ‘negra’ donde te denieguen futuras ventas de billetes.
A pesar del ahorro que puede suponer y el regustillo que nos puede dejar fastidiar un poco a las aerolíneas, desaconsejamos totalmente esta práctica por lo que os pueda pasar.