El Peloponeso es la península griega situada al suroeste del país, pegada a la región del Ática (en la que se encuentra Atenas) con el canal de Corinto ejerciendo de frontera. Dada su cercanía y fácil acceso es la escapada perfecta para todos los amantes de la historia, arqueología, paisajes idílicos, playas escondidas y, por supuesto, riquísima comida.
Existen varias fórmulas para recorrer esta península, nuestra ruta partía en coche de alquiler desde la bulliciosa Atenas hacia Corinto y terminando en Meteora como podéis ver en el siguiente mapa:
Dia 1
Canal de Corinto
A una hora de Atenas llegamos a Corinto, conocida por sus uvas pasas y también por su canal navegable que separa el Mar Jónico del Egeo. Esta obra faraónica de poco más de 6 kilómetros de largo, 25 metros de ancho y 40 metros de altura se abre en el suelo como si un gigante hubiera rajado la tierra con un cuchillo. Ideado en la Grecia Clásica para acortar la navegación entre Corinto y El Pireo (Atenas), aunque su construcción se inició en 1882 por Ferdinand de Lesseps y su inauguración once años después. Merece la pena asomarse a cualquiera de sus puentes para observar la enorme envergadura de sus paredes y observar el tránsito de los barcos.
Epidauro
En apenas una horita de coche empezamos el recorrido por el sitio arqueológico de Epidauro, donde se encuentra el antiguo Teatro, construido hace 2400 años y todavía en uso. Tiene una capacidad para 14000 espectadores y durante las noches de verano se representan obras clásicas en este incomparable auditorio. Sentado en una de las filas altas, mientras escuchaba nítidamente una especie de cántico sagrado oriental que interpretaba un espontáneo, me transporté sin moverme a otra cultura, a otra dimensión, y es que este lugar tiene algo mágico, una energía que te envuelve y reconforta. La acústica del teatro es increíble, si te colocas en el centro del escenario hablando en voz muy baja, te escucharán desde las gradas más elevadas sin necesidad de micrófonos. Según este estudio, esta característica se debe al diseño de sus gradas, que proporcionan un efecto difusor a las ondas de baja y alta frecuencia.
Para terminar el día nos desplazamos en una media hora hasta Nafplio, donde nos alojamos en Amaryllis cerquita de la playa de Tolo. Os recomendamos también la taberna griega To Neon, sencilla, modesta, pero muy familiar con comida casera y local, a la orilla del mar, un sitio único.
–———+ Si tenéis tiempo +———-
Micenas
A 40 minutos desde el canal de Corinto se encuentra esta ciudad milenaria, patria del rey Agamenón. Nosotros no fuimos, sinceramente porque había que recortar tiempo en las visitas y parece que vas todo el día acelerado. En el recinto arqueológico se encuentran los principales atractivos, la Puerta de los Leones y el interior del Palacio de Agamenón.
Dia 2
Nafplio
También es conocida como Nauplia, una ciudad costera encantadora y romántica, rebosante de buganvillas y casitas de colores. Según cuentan fue fundada por Nafplios, el hijo de Poseidón. El día anterior tuvimos tiempo de recorrer sus coloridas calles, entre un abanico de arquitecturas medievales, otomanas y venecianas, con mucho ambiente y vida. Dedicamos algo más de una hora para visitar la fortaleza Palamidi, construida durante la ocupación veneciana en el siglo XVII, a la que se puede llegar subiendo los 999 escalones desde el pueblo o cómodamente en coche hasta el parking. El castillo consta de ocho impresionantes bastiones muy bien conservados y desde los que no podrás parar de hacer fotos de las vistas panorámicas. Os retamos a que encontréis la puerta donde se encuentra grabado un león alado veneciano.
Mystras
A 1 hora y 45 minutos se encuentra Mystras, un remanso de paz y armonía recorren la antigua capital del Imperio Bizantino. Los bizantinos convirtieron esta ciudad en un referente de las artes y la literatura, entre los siglos XIII y XV. El recorrido está dividido en dos zonas, ciudad alta y ciudad baja. La mejor opción es llegar al parking de cada una de las zonas y recorrerlas por separado, sino la paliza puede ser tremenda. Dedicad al menos tres horas para visitar esta antigua fortaleza, repleta de escalinatas, pasadizos, portones, arcos, coquetas iglesias bizantinas con vívidos frescos, un convento, un castillo y un pequeño museo. Para el merecido descanso nos alojamos en Castle View Bungalows, un camping muy acogedor donde nos hubiéramos quedado más noches.
———-+ Si tenéis tiempo +———-
Monemvasia
Para visitar esta ciudad fortificada hace falta un día más. Está situada al sur de la península, a tres horas de Nafplio. Fue construida en una gran isla rocosa protegida por un acantilado y no se puede ver desde tierra firme. Si volvemos por el país heleno, no dudaremos en acercarnos a recorrer la que dicen la perla del Peloponeso.
Dia 3
Olimpia
En dos horitas nos plantamos en la Antigua Olimpia, la primera sede de los Juegos Olímpicos de la Antigüedad, que se celebraban cada cuatro años desde el año 776 AC hasta el 393 de nuestra era, suspendidos por el emperador Teodosio I que los consideró una fiesta pagana en honor a Zeus. Los lugares para visitar están muy bien organizados y hay una entrada conjunta para todos (12€), empezando por el Museo Arqueológico de Olimpia, con 12 salas llenas de tesoros, multitud de objetos y estatuas encontrados en su yacimiento. Después te recomendamos visitar el sitio arqueológico, muy bien conservado, rodeado de naturaleza y olivos, donde se encuentra el famoso estadio olímpico, desde donde se lleva a cabo cada cuatro años la inauguración oficial de los Juegos Olímpicos. En esta ceremonia se enciende la Llama Olímpica mediante el reflejo de un espejo dirigido al sol y así comienza el periplo de la Antorcha por todo el mundo hasta la sede donde se celebren los Juegos. También encontrareis todo tipo de instalaciones utilizadas por los atletas, palestras, gimnasio, termas, vestuarios, santuarios, altares, etc. y el curioso taller de Fidias, el célebre escultor de la Antigua Grecia. Si tenéis tiempo acercaros al Museo Histórico de los Juegos Olímpicos para conocer toda la historia y organización de los Juegos, a nosotros nos encantó. Terminamos el día viajando hasta Delfos, a tres horas y cuarto, para alojarnos en Patriko en el pueblo de montaña Arachova.
Dia 4
Delfos
Aprovechamos un ratito por la mañana para visitar el acogedor pueblo de Arachova, lleno de tiendecitas de artesanía y espectaculares cafeterías orientadas a la montaña. Es septiembre y hace fresquito en estas alturas. Después del minipaseo nos dirigimos al sitio arqueológico de hoy ¿Os suena el oráculo de Delfos? Por un tiempo Delfos era considerado el centro del mundo. Apolo deseaba fundar un santuario en el centro de la tierra. Atenea, siempre barriendo para casa, dijo que el centro era Atenas, de manera que Zeus zanjó la disputa haciendo volar a dos águilas desde los dos confines opuestos del mundo. Estos vinieron a cruzarse en esta ladera del monte Parnaso, siendo por tanto este lugar el ónfalo (ombligo). Griegos de todas partes peregrinaban hasta allí para conocer su futuro. Pitia, la sacerdotisa más famosa, tenía línea directa con el dios Apolo, o eso se decía, y sus predicciones eran siempre acertadas. Por supuesto, estos pronósticos no salían gratis, el interesado tenía que traer una ofrenda que normalmente consistía en una tarta de miel y una cabra que se quemaría con fuego.
En cuanto a la visita en sí, preparaos para subir colina arriba mientras admiráis el Templo de Apolo, los Tesoros de los distintos pueblos asociados al oráculo, el teatro y el estadio en el punto más alto, sede de los juegos Píticos. Os animamos a que localicéis la frase “Conócete a ti mismo” grabada en uno de los muros del Templo de Apolo, una advertencia a modo de reflexión que incide en la importancia de mirar hacia dentro antes de tomar cualquier decisión, antes de dar cualquier paso. Imprescindible también la visita al museo Arqueológico, uno de los más importantes de Grecia, que cuenta con la estatua de bronce de Auriga de Delfos. Tras las visitas ponemos rumbo a Meteora, última visita antes de abandonar el territorio continental heleno, pero eso lo contaremos en una próxima entrada. Nos vemos en el 2022. ¡Feliz año!
Muy documentado. El Peloponeso es una parte importante del origen de la cultura europea y merece la pena conocerlo y disfrutarlo.
Enhorabuena.
Para los amantes de la historia y la arqueología es un paraíso, origen y referente de muchos hitos históricos. Gracias por comentar.
Muy buena ruta, preciosos e interesantes lugares. Cuantas ganas de conocer la cuna de la cultura occidental.
Muchas gracias por compatir
Es un destino magnífico, con muchas opciones para amantes de la historia. Muchas gracias por comentar.
Cada vez que leo el relato del último de vuestros viajes me transportais a esos lugares… enhorabuena!!! Estoy esperando la siguiente entrega!!!
¡Gracias Ramón! nos alegra transportarte a otros lugares. Ojalá podáis hacer este y otros viajes y os sirvan nuestras entradas del blog.