Chiang Rai en un día

Las dos ciudades más emblemáticas del norte de Tailandia y de las que no prescindiríamos son Chiang Mai y Chiang Rai. Sin duda hay que visitar las dos. A cambio no fuimos al Triángulo del Oro ni al poblado de las Mujeres Jirafa.

Después de visitar Bangkok y sus alrededores, nos dirigimos al norte. Queríamos ir en el tren nocturno pero desbarataba nuestros planes y finalmente volamos de Bangkok a Chiang Rai y de ahí viajamos en el Green Bus a Chiang Mai. Sabemos que muchas personas visitan Chiang Rai en el día o incluso no van; algunos alegan que no merece tanto la pena. Después de haber estado, nuestro consejo es ir, haced lo posible por incluirlo en la ruta. En esta entrada os vamos a explicar por qué.

Como el vuelo llegaba pasadas las 21h, nos alojamos dos noches para aprovechar al máximo un día completo. Nada más llegar percibimos que aquí no encontraríamos el bullicio y ajetreo de Bangkok, es una villa muy tranquila. Fuimos directos al hotel, una cena rápida y a dormir.

El día que estuvimos no lo aprovechamos tanto como nos hubiese gustado, entre otras cosas, por la mala climatología.

Wat Rong Khun o Templo Blanco

Desde la estación de autobuses salen unas furgonetas tipo pickup, pero cubiertas, llamadas songthaew que cobran 30 Baths por persona, es un precio cerrado. Este templo está alejado de la ciudad y, como no estábamos alojados cerca de la estación, cogimos un Grab y llegamos allí cuando todavía no se había llenado de turistas.

La entrada cuesta 200 Baths y bien merecen la pena. Chalermchai Kositpipat, el autor de semejante obra, la comenzó en 1997 y tiene proyectados nueve templos de los que se pueden visitar actualmente dos: el Blanco y el Dorado.

El Blanco es la joya de la corona, pintado todo en este color y con pequeños espejos incrustados que le hacen brillar en todo su esplendor. Nada se ha dejado al azar, todo está pensado y diseñado al detalle, sin duda es un lugar fabuloso que te deja con la boca abierta. Desde luego para nosotros es el “top one” de los templos.

Nada más llegar podrás sentarte en un banco al lado de la estatua del robot tailandés y ya imaginas que no va a ser un templo al uso. Es budista e hinduista y está dividido en tres partes:

  • El puente de la Reencarnación: a través de él se pasa de la muerte a la vida o del infierno al cielo por en medio de cientos de manos blancas que emergen del suelo pidiendo misericordia. Ciertamente estremecedor. Algunas manos sujetan calaveras, otras cubos de barro que contienen las miserias humanas.
  • La Puerta del Cielo: está custodiada por dos enormes guardias denominados Rahus, bien armados y en actitud intimidatoria para hacerte sentir culpable, pecador. En palabras de su creador: “Para llegar al cielo, el hombre debe antes pasar por el sufrimiento”. A través de ella se accede al interior del templo o Ubosot. Todo es blanco puro y cristal. Habíamos leído que los días de sol, el reflejo de la luz es completamente cegador. Sólo podemos imaginarlo en este día nublado.
  • Ubosot: si pasas de manera rápida no serás consciente de lo que alberga. Hay que estar atento a cada detalle, cada pintura en las paredes. Encontraréis la caída de las Torres Gemelas, al expresidente norteamericano George Bush, a Bin Laden, a Michael Jackson y también personajes de películas como un Minion, Kung Fu Panda, Superman, etc Todo ello tratando de llamar la atención sobre la dirección en que va la humanidad, la destrucción del medioambiente, la adoración de falsos ídolos, la fabricación de armas y la progresiva falta de valores. No se pueden hacer fotos en el interior pero pasaréis un rato entretenido escudriñando cada centímetro de pared. En Tailandia ha resultado polémico y ha sido muy criticado pero no cabe duda que es una fuente de ingresos para la ciudad por la cantidad de turismo que atrae. Al salir del templo dejas atrás los males que asolan el mundo, en una suerte de bendición divina.

Os confesaré que en algún momento me sentí como una princesa en un cuento de hadas. Es un lugar mágico que te hace sentir especial. Desde luego el autor es todo un artista y a saber qué más construcciones habrá proyectadas en su imaginación. Admite donaciones pequeñas, no más de 200 o 300 euros por persona porque no quiere que nadie se sienta con poder para condicionarle.

El jardín que rodea el templo está jaleado con estatuas de nagas (figura mitológica con forma de serpiente), dragones y monstruos mitológicos. El nivel de detalles y la creatividad te deja anonadado.

El segundo edificio a medio terminar es el Templo Dorado, lo han construido en una especie de isla rodeada de agua y le hace parecer majestuoso. También se accede a él por un puente y todo es de este color. No te deja tan boquiabierto como el Blanco pero merece la pena acercarse a verlo. El resto del complejo necesitará otros 60 o 70 años para que los 9 edificios proyectados vean la luz.

Wat Rong Suea Ten o Templo Azul

Sorprende la intensidad de su azul y la potente sensación que provoca la combinación con el amarillo. Su construcción se inició en 2005 en el lugar que ocupaba un viejo templo abandonado y fue realizada por un arquitecto que había trabajado en la del Templo Blanco.

Civitatis

Se abrió al público en 2016 y la entrada es gratuita. Las escaleras de acceso están flanqueadas por dos nagas enormes en color azul y amarillo que dan acceso al Ubosot. Como en todos, para entrar es necesario descalzarse, algo que sin duda nos encanta.

El salón principal o Ubosot sorprende por un gran Buda blanco sentado de 6 metros y la combinación de color de sus paredes, columnas y techo con esas lámparas que cuelgan en medio de unas estrellas doradas. Os recomendamos hacer la foto de abajo arriba, os quedará espectacular con el Buda al fondo presidiendo la sala central. Sin duda este templo es la segunda joya de Chiang Rai. Desde el exterior del salón se pueden disfrutar los acabados de sus tejados de un intenso color dorado. En la parte opuesta a la entrada encontraréis otro Buda blanco de 12 metros esta vez de pie.

Casa Negra – Baan Dam Museum

Dicen que esta casa provoca justamente el efecto contrario al Templo Blanco. En este último te sientes en el cielo y en la Casa Negra en el infierno.

Baan Dam Museum
Baan Dam Museum

Nosotros no la visitamos por falta de tiempo y porque ya no hay furgonetas desde la estación que te lleven allí, pero daremos unas pinceladas de la información que recabamos.

Son 40 cabañas de estilo vikingo en colores oscuros cuyo interior está decorado con animales disecados, figuras de aire siniestro y muebles hechos con pieles de animales, cuernos y huesos. De las paredes cuelgan lienzos que parecen pintados con sangre. Todo ello le da un aire aterrador. Sin embargo parece que el entorno invita a la calma pues todo ello está situado en un gran jardín.

Torre del Reloj

En el mapa de Chiang Rai veréis que están indicados dos torres del reloj, la que tiene interés es la nueva. Está en un cruce de calles y todos los días a las 19, 20 y 21 horas se convierte en un espectáculo de luz y sonido mientras ves el tráfico fluir, cosa que resulta bien curiosa. Dura unos 10 minutos y va cambiando de color mientras en su interior ves ascender una especie de concha marina enorme de la que sale una flor de loto.

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Clock Tower - Chiang Rai
Clock Tower

Es un espectáculo gratuito y está cerca del Bazar Nocturno así que podéis aprovechar a dar una vuelta, adquirir algún souvenir, cenar en alguno de sus chiringuitos e incluso ver un espectáculo de música. En alguno de sus puestos se ofrecen toda clase de insectos y gusanos si tenéis la curiosidad de probarlos.

Hablando de gastronomía, tenemos que mencionar uno de los mejores restaurantes que hemos probado en este viaje: Barrab. Además de una excelente cocina Thai, existe la posibilidad de pedir raciones de algunos de los platos, así puedes probar más variedad.

En la próxima publicación os contaremos nuestro recorrido por la espectacular Chiang Mai, la ciudad de los 300 templos.

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3 comentarios

  1. Me alegra que haya personas , como vosotros, que vayan al norte del país. Creo que merece enormemente la pena y que tiene una cultura distinta de la zona de la capital. Los detalles que dais , incluso de restaurantes merecen la pena porque no todo el turista tiene tiempo para preparar el viaje al completo.
    Enhorabuena

    1. Así es, creemos que la zona Norte del país requiere una visita y suficiente tiempo para contemplar estos dos maravillosos templos. Muchas gracias por tu comentario.

  2. Muy interesante vuestra información. Yo estuve hace 20 años en Tailandia, y también subimos al norte a conocer esas ciudades, y aunque me gustaron las dos, todavía no estaban esos templos, y me ha sorprendido su belleza. Muchas gracias por esas magníficas fotos.

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