Continuando con nuestro viaje por esta parte de Francia, os detallamos nuestro periplo por Normandía. Podeis consultar la primera parte aquí, la ruta por Bretaña, y el mapa haciendo click arriba a la derecha.
Mont Saint Michel
Es el segundo monumento más visitado de Francia después de la torre Eiffel. A pesar de la sobre explotación turística, la abadía desprende un magnetismo único, atesora esa magia intacta entre sus muros desde su construcción, allá por el siglo X. En él se ofrecen un sinfín de estilos arquitectónicos debido a las sucesivas restauraciones tras los incendios, derrumbes, reconstrucciones, cambios de función, etc. que ha tenido a lo largo de los siglos. Durante la Edad Media fue el cuarto lugar de peregrinación de los cristianos de occidente siendo conocido como la ‘Ciudad del libro’ por la enorme cantidad de manuscritos conservados. El monasterio conocido como de ‘la Maravilla’ fue terminado en 1228 y está considerado como la mayor obra del arte gótico normando. Resistió los asaltos de la armada inglesa en el conflicto de la guerra de los Cien Años, gracias a una muralla flanqueada por varias torres defensivas. Se convirtió en prisión después de la revolución francesa, un lugar tan apartado e inaccesible lo predestinaba a esa función, momento en el cual los monjes fueron expulsados. Al terminar este período, en 1863, el estado de la abadía es bastante lamentable, pero afortunadamente se consigue recuperar y pocos años más tarde, en 1874, es declarada monumento histórico aumentando las visitas sin cesar.
Actualmente está habitada por 12 monjes benedictinos (7 mujeres y 5 hombres) que trabajan para vivir, cada uno en su oficio, desde una arquitecta, una antigua ‘broker’ o artesanos de iconos religiosos.
Las mareas todavía marcan la vida de la abadía, hay dos cada 24 horas, pero algunos días al año, entre 10 y 12, el monte queda totalmente incomunicado durante 45 minutos a pesar del dique-carretera que permite acceder desde el continente. Es interesante realizar alguna excursión por las marismas, pero siempre con guías pues de vez en cuando algún aventurero ha terminado hundido en la arena y pidiendo rescate.
Para aparcar la única opción son los parking de pago, 12,5 € todo el día. Desde allí un bus-lanzadera gratuito te lleva a la entrada. La entrada a la abadía cuesta 11€. Es recomendable madrugar para escapar de las colas. En su interior descubriréis establecimientos como la Mère Poulard, donde ofrecen la tortilla más famosa de Francia. Es una tortilla redonda cuyo secreto está en que los huevos se conservan a temperatura ambiente y en batirlos mucho, pero mucho, con el resultado de una deliciosa mousse de huevo.
Sainte-Mère-Église
Es un pequeño pueblo que vio llover paracaidistas el día antes del desembarco aliado (Dia D), algunos de ellos cayeron sobre casas en llamas producto de un ataque aéreo y otro, más afortunado, el soldado John Steele, que se hizo famoso al quedarse colgado en el campanario de la iglesia y consiguió sobrevivir a la guerra. Hoy, un muñeco enganchado a un paracaídas le recuerda en el mismo sitio. El museo Airborne es una visita obligada donde hacerse una idea de la magnitud de las operaciones militares, disfrutando de una impresionante colección de coches, aviones y documentos excepcionales. Este será nuestro centro de operaciones en Normandía durante 3 días.
Utah Beach
Una de las cinco playas donde se desarrolló el desembarco aliado y la primera utilizada por los americanos. El colosal despliegue de los aliados lo formaron 160.000 soldados y 7.000 barcos para romper las defensas costeras alemanas y liberar por fin Europa del yugo nazi. Es de las playas en las que hubo menos bajas debido a la alta efectividad de los bombardeos previos y a que las tropas alemanas a cargo de esta zona no tenían tan buena defensa como en otras. Un paseo por la línea de la costa sobre la playa garantiza una inmersión por las defensas alemanas, la mayoría bastante destruidas, y por los impactos de los obuses. Otro museo interesante para visitar es el del Desembarco de Normandía, con un tanque M4 Sherman a la entrada. Hay también varios monumentos conmemorativos alrededor del museo.
Pointe du Hoc
Es una zona estratégica en la cima de un acantilado a 30 metros de altura. En una acción suicida, los aliados prepararon el asalto a esta zona porque sabían que los alemanes tenían allí una batería de cañones. Los rangers (fuerzas especiales del ejército americano) escalaron los acantilados bajo el fuego alemán hasta conquistarla, pero los cañones no estaban allí; los habían ocultado bajo tierra. Finalmente, los rangers consiguieron localizar y neutralizar los cañones manteniendo su posición aunque de 225 hombres sólo quedaron 90 en condiciones de combatir. Se puede sentir la sensación de la batalla y el agobio introduciéndose en los búnkeres.
Omaha Beach
Uno de los enfrentamientos más cruentos del Día D sucedió en esta playa. El desembarco aquí sirvió de inspiración a Spielberg para realizar el comienzo de “Salvar al soldado Ryan”, aunque la película se filmó en Irlanda.
Colleville sur Mer
En esta pequeña población se encuentra el cementerio americano. Todos los aliados caídos en la batalla tienen sus cementerios en la zona. La mayoría de los familiares elegían repatriar los cuerpos pero muchos descansan en los camposantos cercanos a las zonas donde perdieron la vida. En este reposan más de 9.300 soldados americanos. Resulta sobrecogedor pasear entre las tumbas en un sitio tan cuidado y mimado. Muchos americanos vienen aquí para honrar a algún familiar fallecido en la guerra. En general los franceses rinden pleitesía a los aliados que dieron la vida por su libertad.
Longues sur Mer
En esta pequeña localidad se pueden visitar las baterías de artillería alemanas en lo alto de los acantilados que incluyen un puesto de mando de tiro y cuatro casamatas con una pieza de artillería de 150 mm cada una.
Gold Beach
Esta playa fue adjudicada a los británicos el día del desembarco. Es posible contemplar desde la costa restos de los muelles artificiales y temporales (puertos Mulberry) utilizados para desembarcar vehículos, armas y municiones.
Juno Beach
Aquí quienes desembarcaron fueron los canadienses. Es posible meterse en algún búnker y ver alguna batería antiaérea. Como en Normandía la ayuda y contribución de Canadá en la Segunda Guerra Mundial no estaba propiamente reconocida, se decidió construir un Centro-Museo para divulgar cómo era la vida en Canadá antes de la S.G.M. y los esfuerzos de los civiles y militares que participaron y lucharon en la guerra contra la Alemania Nazi.
Bayeux
Una acogedora y encantadora ciudad medieval que bien merece una visita y a la que le dedicamos poco tiempo después de un día agotador. El río Aure atraviesa esta villa de calles adoquinadas y tejados de pizarra. Hay un viejo molino muy bien conservado cerca de la plaza de la Libertad. Algunos de los imprescindibles que nos perdimos:
- Tapiz de Bayeux, también conocido como tapiz de la Reina Matilde, que cuenta, a través de 58 escenas, la historia de la conquista de Inglaterra en el año 1066 por parte de Guillermo I el Conquistador, duque de Normandía. Para visitarlo consultar su web.
- Catedral: preciosa y majestuosa, fue utilizada como refugio por los soldados que escapaban de la guerra.
- Museo Memorial 1944 de la batalla de Normandía: En su interior se pueden observar varios escenarios muy detallados con toda la información del conflicto ordenada cronológicamente por semanas.
- Cementerio de guerra de Bayeux: donde reposan unos 4.000 británicos y otros soldados de diversas nacionalidades, también muy cuidado.
- Probar sus fantásticas galettes, es como una crepé 2.0
En julio se celebra el festival medieval de Bayeux con su mercado que no coincidió con nuestra visita.
Cherburgo-Octeville
Una de las ciudades que visitamos y famosa por la película «Los paraguas de Cherburgo«, encontraréis la tienda de dichos paraguas en su caso viejo agradable para pasear y adquirir algún souvenir. Aprovechamos a visitarla el día de mercado. Tiene un puerto marítimo desde donde salen los ferrys que cruzan el Canal de la Mancha.
Carentan
En esta pequeña villa tuvo lugar una épica batalla entre la 101ª división Aerotransportada y la élite de los paracaidistas alemanes el Día D. En esta operación participaron un total de 2.000 hombres y podéis imaginaros como fue el asalto a la ciudad viendo el episodio 3 de la exitosa serie Hermanos de Sangre (Band of Brothers). Una excitante experiencia que disfrutamos fue subidos en un C-47 simulando el despliegue paracaidista en D-Day Experience. También es interesante visitar una casita acondicionada como museo, Dead’s Man Corner, con réplicas de rifles como M1 Garand, Springfield, la famosa Thompson, MP40, granadas de mano, etc.
La Rochelle
Saliendo de Normandía, de camino hacia nuestro origen hicimos una parada en La Rochelle con alojamiento en el hotel Campanile. Son unos hoteles muy funcionales y económicos. Es una bellísima villa que pertenece a la región de Nueva Aquitania, con un muelle medieval llamado Puerto Viejo, flanqueado por dos grandes torres que constituían parte de la defensa de la ciudad. Es fácil encontrar aparcamiento junto al canal que lleva al puerto, incluso gratuito con un poco de suerte. La imaginación te traslada a la época donde el puerto estaba repleto de galeones, algunos de ellos corsarios de sombrero negro y parche en el ojo. Junto a las torres que conforman el acceso al puerto hay una tercera, unida por una muralla frente al mar, la de la Linterna (Tour de la Lanterne), que además es un faro, el último faro medieval de la costa atlántica en funcionamiento. La actividad en la calle no deja de ser bulliciosa, con infinidad de restaurantes, creperías y terrazas, y una gran oferta en productos del mar.
Y hasta aquí nuestra ruta por Bretaña y Normandía donde prometemos volver para recorrer otros rincones que tenemos en mente, como Caen, Honfleur, Deauville, etc. Au Revoir!
Si estáis buscando alguna excursión por la zona, os recomendamos que lo realicéis con Civitatis, nuestra agencia de tours de confianza. Podéis hacerlo desde estos enlaces, así nos ayudáis con el mantenimiento del blog. Gracias!