Como comentamos en la entrada anterior, parte I, este año haremos una inmersión en el pueblo birmano y queremos mostraros la ruta que haremos y alguna que otra curiosidad. Esta vez nos hemos decantado por contratar los servicios de una agencia algo más exclusiva, fuera de los estándares del ‘turismo de pastoreo’. Al ser un país todavía en plena expansión turística no nos hemos atrevido a ir por nuestra cuenta y hemos preferido tener una asistencia completa. La agencia es Kirei viajes y nos han preparado un viaje a medida con nuestras preferencias y exprimiendo al máximo los días disponibles, dejando también tiempo libre para ir a nuestro aire. Otro aliciente más es que vamos a ir solos, nosotros y el guía (+ conductor), todo un lujo considerando además que es más o menos el precio que pagaríamos en cualquiera de las mayoristas tradicionales. Pasamos a contaros el que va ser nuestro itinerario:
YANGON
Entraremos y saldremos por Yangon, la no-capital, pero dejaremos la visita a la ciudad para el final. Nos alojaremos y saldremos a primera hora hacia Mandalay.
MANDALAY
La antigua capital, nació porque los astrólogos consideraron en su momento que era el centro del universo. Desde aquí tenemos una excursión en barco hacia Mingun por el río Irrawaddy (río de los elefantes). Tras las visitas principales, que relataremos con detalle a nuestra vuelta, disfrutaremos de una puesta de Sol en Mandalay Hill.
A la mañana siguiente veremos la pagoda Mahamuni con el buda de oro más venerado de Myanmar y saldremos hacia Amarapura, a unos 11 kms de Mandalay, la ciudad de la inmortalidad. Aquí tienen el puente de madera de teca más largo del mundo (U Bein). Continuamos por la colina de Sagaing, repleta de monasterios, y terminamos, en coche de caballos, en Ava, otra antigua capital real, donde visitaremos dos monasterios más.
Si el tiempo lo permite disfrutaremos de otra puesta de sol en el puente de teca (U Bein)
De camino pasaremos por el templo Boditahtaung, con un buda reclinado enorme y otra estatua también impresionante. Monywa es la típica ciudad rural birmana, poco conocida, con unas increíbles cuevas. Tendremos ocasión de experimentar en un mercado birmano el regateo y la hospitalidad de la gente.
BAGAN
La llanura de las 2000 estupas. Una de las estrellas del viaje y con la que esperamos quedar prendados. Marco Polo visitó la llanura y dijo que formaba ‘uno de los más bellos cuadros del mundo’. Por lo visto lo que Angkor es a Camboya, Bagan es a Myanmar. Es el resultado de una locura constructiva que duró unos 250 años (entre los siglos XI al XIII), hasta la llegada de los mongoles en el 1287, en los que se encargaron más de 4000 templos. Únicamente quedan en pie las estructuras de ladrillo y, al igual que en Camboya, ahora se ha desatado un frenesí restaurador, más o menos acertado. Ver el amanecer y el atardecer desde lo alto de los templos es imprescindible y una experiencia mística.
PINDAYA
Visitaremos una sucesión de cuevas donde los fieles han ido depositando más de 8.000 estatuas de Buda de todos los tamaños.
LAGO INLE
Otro de los iconos de este viaje. El lago está rodeado por un universo de aldeas flotantes, campos de cultivo (también flotantes) e infinidad de estupas budistas, pero lo que conforma la magia de este lugar son los pescadores sobre sus largas canoas, auténticos acróbatas capaces de remar usando un brazo y una pierna mientras extienden la red de pesca.
Hay un monasterio a orillas del lago famoso por sus gatos saltarines; cuentan que un niño adiestró a los gatos y les enseñó a hacer varias piruetas. Con el tránsito de turistas el monasterio se hizo famoso, recibiendo más donativos, mucho más que sus vecinos por lo que generó cierto resquemor y las autoridades prohibieron finalmente el espectáculo. Los felinos no se han marchado del monasterio y sigue siendo un reclamo turístico en una suerte de tetería con gatos.
KAKKU
El bosque de las 2500 estupas. A lo largo de 2300 años se han ido construyendo todas estas estupas de diferentes calidades y restauraciones libres, formando todas ellas un tremendo símbolo religioso. Se ha abierto al público hace pocos años, en 2002, y no es habitual verlo en las guías de viaje.
KALAW
Es un pueblo de montaña y punto de partida de multitud de trekkings. Un remanso de paz y tranquilidad. Aquí nos espera una de las experiencias que esperamos con más ansia, una caminata de dos días, conociendo distintas tribus y minorías étnicas, con alojamiento en un monasterio. No cabemos en nosotros mismos de ilusión. Se trata de un monasterio para niños donde no abundan las comodidades pero seguro que la experiencia con la auténtica Birmania valdrá la pena. Ya os contaremos.
YANGON
Es la ciudad más poblada de Myanmar. Allí está la Shwedagon Paya, la pagoda más bonita del mundo, su nombre significa oro (shwe) y tres colinas (dagon). Se dice que debajo de sus 27 toneladas de pan de oro conserva ocho pelos de Gautama Buda y reliquias de tres Budas anteriores. A lo largo de los siglos se han ido construyendo templos encerrando el anterior dentro, cual muñeca matrioska rusa. También veremos el Chaukhtatgyi paya, un buda tumbado de 65 m. de largo. Por supuesto habrá tiempo para compras en un gran bazar, el mercado de los escoceses.
Y hasta aquí nuestro futuro recorrido por este rincón del sudeste asiático. Contamos los días que faltan para embarcar rumbo al país de la sonrisa. Y ahora, lo que estabais esperando:
Curiosidades sobre Myanmar (II)
- Maquillaje y protector solar, todo en uno
Es habitual ver a mujeres, hombres y niños con la cara pintada con thanaka, una crema que se obtiene moliendo la corteza del árbol del mismo nombre con una piedra y añadiendo agua poco a poco. Se aplica de forma circular sobre las mejillas y su objetivo es protegerse del sol, pero también servir como maquillaje.
- Moda unisex
Los longyis, una vestimenta cómoda y fresca, es una especie de falda-pantalón multicolor que se ata a la cintura.
Otra costumbre unisex: mascar hojas de betel, una mezcla de nuez, tabaco e hidróxido cálcico que tiñe los dientes de rojo. No sólo eso. También provoca adicción y enfermedades cardiovasculares, así que el Gobierno está intentando limitarlo.
- The Lady
La birmana más reconocida a nivel internacional es la ex líder opositora Aung San Suu Kyi (hija del héroe asesinado anticolonialista Aung San), conocida como The Lady. En medio de una dictadura militar represiva, fue condenada a prisión domiciliaria (1989) por luchar por la libertad de su país. En 1990 se llevaron a cabo elecciones libres por primera vez en casi 30 años, pero la amplia victoria del partido de Aung San Suu Kyi fue anulada por los militares, los cuales rehusaron abandonar el poder. The Lady se convirtió en un icono de la democracia, la paz mundial y la libertad, y ganó el Nobel de la Paz en 1991. No lo tuvo fácil: pasó más de 15 años de arresto domiciliario y en las primeras elecciones democráticas de 2015, pese a su liderazgo y su éxito en las urnas, no pudo ser presidente del país por haber estado casada con un inglés y haber tenido dos hijos también británicos. Actualmente ostenta el cargo de consejera de estado en el gobierno. Recomendamos encarecidamente ver la película sobre su historia, The Lady (2011), del director Luc Besson.
- Monjes
Hay más de 500.000 monjes, repartidos en los 56.000 monasterios y miles de conventos y centros budistas del país. Según la costumbre el hijo mayor de cada familia debe ordenarse monje, con esa obligación social hay quien no siente especial devoción en vivir en un monasterio. Los novicios se emprenden entre los 9 y 12 años. Al aspirante se le rapa la cabeza y recibe las primeras instrucciones: no podrá comer nada pasado el mediodía, tendrá prohibido cantar, jugar, utilizar cosméticos (thanaka), sentarse en un sitio elevado, poseer dinero, mentir, robar, maltratar, tener relaciones sexuales, blasfemar y escuchar doctrinas heréticas.
Una vez ordenado recibe la sangha (túnica granate) y el thabeit (cuenco negro) con el que saldrá a pedir comida y dice adiós a su infancia. Cada mañana los monjes madrugan para pedir comida con su thabeit, no tienen que esforzarse demasiado pues encuentran a ciudadanos parapetados con ollas y viandas preparadas para esa ofrenda. Los birmanos consideran su primer deber atender a los monjes.
Birmania allá vamos!